El tiempo pende del azul y del marrón


mar-y-cielo-se-funden.jpg

Acabo de despertar al otro lado del Atlántico con vistas a un nuevo mundo, el que se frágua en cada nuevo viaje, viaje que puede consistir tan solo en unos minutos, en unas horas e incluso simplemente en el lapso de tiempo de unos segundos, en los que tarda el autobús de Fortaleza (en Brasil) en abrir sus puertas antes de que sus viajeros lleguen a su destino.

Autobuses que van a la velocidad de las aves, edifícios que descienden desde lo mas alto con apariencia de grandes mansiones o pedazos de chabolas que emergen del centro de la tierra y no alcanzan el color de su superfície puesto que nacen manchadas, con sus colores desgarrados por el desgaste de sus propios habitantes que corrotean por las calles en busca de un pedazo de tela con el que cubrir sus cuerpos manchados por la brisa del día y cansados por la pesadez de la noche, que se alarga tanto como lo que dura la luz del dia en la Europa del XXI.

No es tanto la duracion de la luz y de la oscuridad lo que marca las diferencias, sino lo que la claridad marca la vida de las gentes, de sus lugares. En oposición a la oscuridad que no es capaz de iluminar ni la luz del día, porque la oscuridad no es sinónimo de carencia de luz sino de falta de visión, de tacto, de sentidos para poder percibir aquello que muestra la naturaleza. Sin embargo, no se puede olvidar la distinción entre carencia y no poder disfrutar de aquello de lo que no se carece.

centro-de-la-tierra.jpg

Puesto que, no hay herramientas ni siquiera para poder conocerlo de otro modo. Es la falta, de la falta, que conduce a una regresión al absoluto de los límites que impone el propio viaje en el que se haya inmerso cada cual. Las barreras se construyen y nacen construídas. Destruirlas, derrocarlas, es tan sólo uno de los limites que se pueden traspasar a base de golpear con el azadón que se construye al reunir la cuerda que une lo más alto que podemos divisar, el cielo azul y lo más bajo que podemos golpear, la superfície marrón que se conoce al rozarla con nuestra planta de los pies y que nos conduce al centro de la tierra.

 

 

Categorías: Colores, Tiempo | 3 comentarios

Navegador de artículos

3 pensamientos en “El tiempo pende del azul y del marrón

  1. enrique

    m andame toda la informacion que puedan sobre todo esto

  2. llypo

    fascinante esa imagen de azul

  3. gaby

    como lo entiendo….las barreras van mas alla del azul-cielo y del marron-tierra. y la clave esta en ד (letra hebrea) que significa la puerta. verde esmeralda .esta es la puerta al mundo del espiritu.donde ya no hay barreras

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.